EFESIOS 4: 17- 32
17 - "ESTO, PUES, DIGO Y REQUIERO EN EL SEÑOR: QUE YA NO ANDÉIS COMO LOS OTROS GENTILES, QUE ANDAN EN LA VANIDAD DE SU MENTE (18) TENIENDO EL ENTENDIMIENTO ENTENEBRECIDO AJENOS DE LA VIDA DE DIOS POR LA IGNORANCIA QUE EN ELLOS HAY, POR LA DUREZA DE SU CORAZÓN"
Desde el momento que recibimos por fe y por la Gracia de Dios el perdón de nuestros pecados, la vida del cristiano debe reflejar la presencia del Espíritu Santo, quién es el que nos guía a toda verdad, y por lo tanto va transformando nuestro andar diario, nuestros pensamientos, y nuestros sentimientos, ahora nos interesan otras cosas que llenan el alma, en cambio a los no cristianos se los describe como hombres que están "ajenos de la vida de Dios", es decir, están separados de la vida que viene de Dios, atrapados en las garras de la muerte espiritual.
La causa de este alejamiento es doble: "La ignorancia que en ellos hay" y "la dureza de su corazón". La palabra griega traducida por "dureza" significa: insensibilidad a las cosas espirituales; "fortalecimiento de la voluntad contra todo buen impulso"(19) "Después que perdieron toda sensibilidad", continúa la idea sugerida por "dureza". La palabra sign. principalmente "dejar de sentir dolor" y luego "dejar de preocuparse", ya fuera por la desesperación o por la imprudencia. En este pasaje , la palabra describe un desenfreno
imprudente, un estado de insensibilidad moral en el que uno ya no siente los reproches de la conciencia.
Los cristianos, en principio, se despojan del viejo hombre y se visten del nuevo en la conversión. Pero lo que es cierto ya en principio, debe hacerse real en la práctica. La nueva naturaleza impartida en la conversión debe cultivarse; la vieja naturaleza debe someterse.
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