miércoles, 23 de julio de 2014

LA MALDAD DEL HOMBRE Y BONDAD DE DIOS

SALMO 36:1-12

(1) LA MALDAD HABLA AL MALVADO EN LO ÍNTIMO DE SU CORAZÓN. JAMÁS TIENE ÉL PRESENTE QUE HAY QUE TEMER A DIOS, (2) SE CREE TAN DIGNO DE ALABANZAS, QUE NO ENCUENTRA ODIOSA SU MALDAD (3) ES MALHABLADO Y MENTIROSO, PERDIÓ EL BUEN JUICIO, DEJÓ DE HACER EL BIEN. (4) ACOSTADO EN SU CAMA, PLANEA HACER LO MALO; TAN AFERRADO ESTÁ A SU MAL  CAMINO QUE NO QUIERE RENUNCIAR A LA MALDAD"...............................

Debido a que el malvado no teme a Dios, nada le impide pecar. Actúa precipitadamente como si nada le fuera a suceder. No obstante, Dios es justo y solo retarda su castigo. Saber esto debe ser un impedimento para que pequemos. 
El temor de Dios tiene que obrar en mi vida para apartarme del pecado. Agradezco a Dios por su amor, pero no debo olvidar su justicia. 
La fidelidad, justicia y juicios de Dios contrastan con los malvados y sus planes perversos que terminan en el fracaso.
Su  amor es más grande que los cielos. Su fidelidad va más allá de las nubes. Su justicia es tan sólida como una montaña. Sus juicios están llenos de sabiduría como los océanos de agua (abismo grande) necesitamos NO TEMER A LOS MALVADOS porque sabemos que Dios nos ama, juzga el mal y nos protegerá para siempre. 
36:9 "Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz"
Esta vívida metáfora, "fuente de la vida" nos da un sentido de agua limpia y fresca que da vida al sediento espiritual. 
En Jeremías 2:13 se le llama a Dios la "fuente de agua viva"; Jesús habló de sí mismo como el agua de vida que podía apagar la sed para siempre y dar vida eterna (Jn. 4:14)


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