martes, 8 de julio de 2014

AMONESTACIÓN DE NO OLVIDAR A DIOS

DEUTERONOMIO 8:1-20

8:2 - "Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos 40 años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos" 

8:11 - "Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy"

8:17,18 - "Y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día"

El Señor trajo pruebas y dificultades a su pueblo en el desierto a fin de enseñarles que la vida no está constituida simplemente por lo físico, sino que el bienestar (tanto físico como espiritual) depende más bien de la relación con Dios y la obediencia a su palabra. El Señor Jesús citó ese pasaje en el momento de su tentación (Mt.4:4). A veces el Señor pudiera permitir dificultades en la vida de los creyentes como una forma de disciplina paternal a fin de adiestrarlos para que dependan de Él con más firmeza y reciban su palabra con más disposición.
En los tiempos de prosperidad y abundancia las personas se inclinan a sentirse satisfechas con la  vida en la  tierra tal como es y a encontrar su deleite en las bendiciones materiales. La prosperidad produce la tentación de olvidar a Dios y sus mandamientos, de no buscar ya las bendiciones espirituales y dejar de afligirse por el pecado y la maldad del mundo.


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