jueves, 29 de enero de 2015

PELIGROS QUE ACECHAN A LOS LÍDERES

1PEDRO 5:1-14

2- "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3) -no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, siendo ejemplos de la grey ( 4) - Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria."


Los ancianos (obispos o pastores) tienen la responsabilidad de cuidar a los creyentes, discipularlos, alimentarlos con la Palabra y protegerlos..."no por ganancia deshonesta".
Los pastores y dirigentes de la iglesia deben cuidarse de dos pecados peligrosos: 
1) EL DESEO DE DINERO (Tito 1:7 - 1Timoteo 3:3,8)  La norma del N:T: para los que supervisan la obra de Dios es que reciban un adecuado sustento económico de parte de la iglesia y que se contenten con las provisiones básicas y necesarios para ellos y para su familia, de lo contrario, entran en el afán de querer tener más y se olvidan de pastorear a las "ovejas" del Señor, y buscar a la perniquebrada, y apacentar a los corderos, es decir discipular a los nuevos y también a los de más años que necesitan recibir enseñanza bíblica. Ningún ministro debe enriquecerse a expensas de la obra de Dios. Los que caen víctimas de ese deseo dan cabida a los pecados de: AVARICIA, ACOMODO Y ROBO. Por amor al dinero, comprometen la Palabra de Dios, las normas de justicia y los principios del Reino.
2) EL DESEO DE PODER. Los que codician el poder dominarán, mediante el uso exagerado de autoridad, a quienes ellos deben servir. Más bien, el pastor debe guiar a la iglesia dándole ejemplo de devoción a Cristo, servicio humilde, perseverancia en la justicia, constancia en la oración y amor a la Palabra.

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